UN BLOG EN EL PREESCOLAR

El Joven Pastor y el Lobo.
Un pastorcito estaba cuidando su rebaño de ovejas como todos los días y estaba muy aburrido. Entonces, se le ocurrió una travesura para divertirse.
Fue corriendo hacia el pueblo, y gritó: - ¡Un lobo, un lobo, un lobo, un lobo!
La gente temía que un lobo quería comerse a las ovejas. Así que todos corrieron hasta donde estaba el pastorcito, para ayudarle.
-¡Ja ja ja ja ja ja ja!-. El muchacho se rió de su broma. Pero a las personas del pueblo, no les gustó que les mintiera. Se dieron cuenta de que no había ningún lobo.
Poco después, el chico aún se reía de lo que había hecho. Cuando un lobo de verdad apareció y empezó a llevarse las ovejas.
-¡El lobo, el lobo, el lobo, el lobo!-. Gritó el pastorcito. Pero esta vez, nadie le prestó atención; ya no le creían por haberles mentido antes.
El lobo se había llevado hasta la última oveja.
Y el pastorcito aprendió la lección, nadie le cree a un Mentiroso, ni siquiera cuando dice la verdad. (Moraleja)